A la hora de tener una mascota, hay toda una serie de cuestiones relacionadas con su cuidado a tener en cuenta. Hay animales que son fáciles de mantener cuando se tienen como compañía en casa, pero hay otros, precisamente porque no está previsto por la naturaleza que lo sean, que presentan más dificultades. Cualquier clase de reptil pertenece a este grupo de animales con los que hay que tener un cuidado especial para domesticarlos y mantenerlos en buen estado en una vivienda particular. En este artículo en concreto, vamos a hablar de las iguanas.
Al margen del hecho de que son animales que no están habituados a estar encerrados y hay que domesticarlos la alimentación es uno de los aspectos que más hay que cuidar. Están acostumbrados a conseguir su propia comida, no a que se la proporcionen, y saben lo que han de comer. Los dueños domésticos pueden no saberlo siempre y pueden llegar a darles, sin siquiera saberlo, una alimentación que les sea perjudicial.
Y es que, a pesar de que la iguana vive en libertad y tiene que sortear los peligros por si sola, es un animal de lo más delicado si no toma los alimentos adecuados. Si has tenido mascotas tales como perros o gatos y adquieres uno de estos reptiles has de tener en cuenta que en nada se parece su alimentación. Ante cualquier duda consulta con una tienda de animales especializada en reptiles.
Un animal herbívoro
Las iguanas son herbívoras, es decir solamente consumen vegetales. En ningún momento se les pueden dar alimentos preparados de los que venden en las tiendas de animales ni mucho menos cualquier tipo de comida de origen animal. Su aparato digestivo no es capaz a procesar estos alimentos y acabará por enfermar y sufrir.
Es un animal muy delicado en lo que a alimentación se refiere
Su estómago es muy delicado y no procesa buena parte de la comida que consumimos los humanos, de ahí que haya que vigilar cuidadosamente qué le damos a nuestra iguana. Y aunque tiene dientes estos apenas los usa para agarrar los alimentos, no para trocearlos. De ahí que seamos nosotros los que le tenemos que prestar ayuda picando la comida en pedacitos muy pequeños a fin de ayudarle a la hora de comer.
Alimentos que dar a una iguana
Las verduras son la base principal de su alimentación. De estas las más recomendables son la escarola,la lechuga romana, la remolacha, el repollo, la acelga e incluso el perejil. Vegetales tales como el tomate, el calabacín, el pepino o el pimiento son de lo más saludables también.
La fruta, de un sabor más dulce y por lo tanto más apetecible, también es aconsejable como parte de una alimentación rica y variada. Manzana, plátano, melón o fresas son los alimentos más recomendados de este grupo para dar a esta clase de reptil.
La comida que está prohibida
A pesar de que no se recomienda el consumo de otra clase de alimentos hay quien de vez en cuando le incorpora a la comida un poco de pan de molde, para aportarle la dosis necesaria de fibra. No ha de ser de manera diaria, sino cada una o dos semanas, y en muy poca cantidad, apenas un cuarto de la tostada.
Anteriormente hablamos de que la fruta ha de formar parte de la alimentación de una iguana, pero no todas las clases. Los cítricos son demasiado fuertes para su aparato digestivo, por lo que pueden darse en cantidades muy pequeñas y en pocas ocasiones. La lechuga iceberg tampoco está recomendada por su escaso valor nutricional, aunque puede entremezclarse con otras verduras.
El ácido oxálico -se encuentra en la coliflor, el apio o las acelgas- y la tanina -presente en las espinacas- tampoco sientan bien a las iguanas, por lo que se sugiere limitar su consumo.
Como comentamos anteriormente, los preparados alimenticios de las tiendas de animales, así como cualquier tipo de carne están totalmente prohibidos para este reptil que no es capaz de procesarlos. Lo mismo ocurre con los lácteos, los azúcares o los huevos.
Nunca puede faltarles comida
La iguana no tiene un horario establecido para comer como otros animales. Y aunque la intentéis domesticar para que coma a una determinada hora probablemente no lo conseguiréis. Por ello, lo más recomendable es tener siempre comida a su disposición.
Hay otros animales con los que no puede hacerse esto, porque son más glotones. No es el caso de este reptil, que come cuando lo necesita únicamente. Al no hacerlo siempre a la misma hora del día corremos el riesgo de que si en el momento que quiere comer no hay alimentos a su disposición no lo se alimente. Hay que tener en cuenta que este reptil come a diario, pero una sola vez, por lo que de no hacerlo ayunará involuntariamente durante un día.
Para que nunca le falte comida y también por cuestiones de higiene hay que habilitarle un lugar específico en el que vaya a comer. Lo más habitual es ponerle un pequeño plato o pocillo en el terrario, en un lugar concreto y siempre el mismo. Así se acostumbrará a ir allí cuando quiera comer.
Una vez haya comido hay que retirar el plato para limpiarlo y eliminar los restos de comida que hubiera podido dejar. Inmediatamente lo volveremos a rellenar de comida para cuando le toque su próxima toma. De no ser así en el recipiente pueden producirse hongos que el animal ingiera sin darse cuenta y perjudiciales para su aparato digestivo que, como ya os comentamos, es de lo más delicado.