Las tortugas son uno de los animales preferidos para tener como mascota en casa. Sobre todo si no vamos a poder dedicarle muchas horas de nuestros días, ya que a diferencia de otros animales no necesitan que les saquen a la calle, por ejemplo. Además, se trata de un animal que no ensucia, no necesita grandes cuidados y que es muy fácil de atender. Y, a pesar de que su mantenimiento sea sencillo, hay que prestar especial atención a algunos aspectos pues, como todo animal, requiere de cuidados básicos para que las tortugas se mantengan con una buena salud y no cojan ninguna enfermedad.
Entre los problemas más fáciles de adquirir se encuentra la infección ocular y te vamos a contar en qué consiste, cómo poner solución al problema y, además, como evitar que tu mascota lo coja. Ya te adelantamos que la causa más frecuente es una mala alimentación, pues todos solemos pensar que una dieta a base de gambas es lo más adecuado para nuestra mascota. Sin embargo, estamos equivocados y la infección ocular es uno de los motivos por los que debemos dejar de hacerlo.
Principales síntomas de la infección ocular
Como hemos señalado, las tortugas suelen tener cierta facilidad a la hora de coger alguna enfermedad. Y, en concreto, cuando hablamos de la infección ocular. Por eso hay que prestar especial atención a algunos aspectos que nos van a indicar que nuestra mascota se ha contagiado.
El síntoma principal que nos va a alertar sobre esta conjuntivitis en el animal es la hinchazón de los ojos, al igual que ocurre cuando cualquier persona contrae esta infección. Por tanto, notarás como aumentan su volumen e incluso como la tortuga es incapaz de abrir los ojos o lo hace muy poco. Además, hay veces que esta enfermedad provoca que el animal pierda el apetito y no coma la porción que le eches.
Las causas de la infección ocular
Las causas de la infección ocular son de lo más variadas y siempre hay que tener en cuenta cuáles son para evitar que tu mascota desarrolle esta infección. Algunas causas son más fáciles de detectar que otras pero con prestar un poco de atención es suficiente.
- Mala alimentación: Esto, a su vez, se debe a que la dieta de nuestra mascota se basa solo en las gambas secas tan típicas. Lo que debes saber es que una nutrición de este tipo va a provocar ciertos desequilibrios, en concreto, una falta de vitamina A.
- El estanque: Por ejemplo, si no mantienes el estanque en condiciones, la suciedad del agua también puede provocar esa enfermedad.
- Además, si las tortugas permanecen durante el invierno a temperaturas que son excesivamente frías (inferiores a 0 grados), también pueden desarrollar la infección. Después de esa hibernación, debes saber que las defensas de estos animales suelen ser más bajas, por lo que es más fácil que cojan la infección. Recuerda que también es importante que las tortugas reciban unos rayos de sol diarios, pues de lo contrario tendrán más facilidad a la hora de adquirir la infección.
Por último, si tienes más de una tortuga en el estanque y ves que una de ellas ha desarrollado la enfermedad, te recomendamos que la separes de la tortuga sana, ya que es una enfermedad contagiosa y se la podrá pegar a la otra. Además, si tienes dos animales conviviendo y eres consciente de que se produce alguna pelea entre ellos, también debes separarlos, pues si se llegaran a arañar las córneas de los ojos, sería muy fácil que desarrollaran la enfermedad.
¿Se puede prevenir la infección ocular?
Como toda enfermedad, no se puede asegurar al 100% que se pueda prevenir totalmente. Sin embargo, si hay más posibilidades de que no aparezca la infección ocular si tenemos en cuenta ciertos aspectos básicos en el cuidado de la tortuga. En este sentido, lo primero que debes tener en cuenta es que el animal necesita una correcta alimentación. Olvídate de las gambas secas como alimento principal, pues como te hemos dicho, eso provocará una insuficiencia de vitamina A y, por tanto, también la enfermedad. Por ello debes consultar qué alimentos son los que debe comer tu mascota, puedes preguntarlo al veterinario.
En segundo lugar, es muy importante que mantengas unas condiciones de limpieza adecuadas. Igual que las personas no pueden vivir en suciedad, las tortugas deben tener un estanque en el que el agua se renueve cuando sea necesario y que no tenga suciedad. Además su tamaño debe ser adecuado para la convivencia de una o más tortugas y así no tengan peleas entra ellas, pues disponen de un buen espacio.
Tratamiento de la infección
Si sospechas que tu mascota puede tener la infección ocular, lo primero que debes hacer, como ya hemos dicho, es aislarla del resto de animales, en el caso de que tengas más de una. A continuación, debes llevarla a tu veterinario, para que igual que ocurre con las personas, pueda confirmar que tiene la enfermedad y pueda suministrar el medicamento correspondiente. Normalmente se suele suministrar dosis de vitamina A como solución al problema. Además, los dueños tendrán también que realizar una pequeña tarea. Se trata de limpiar la zona de los ojos durante el tratamiento. Podéis comprar una especie de colirio para limpiar bien la zona, con mucho cuidado, ya que la tortuga no se dejará fácilmente tocar en esa zona.
Es cierto que debes tratar la enfermedad cuanto antes, ya que los párpados de la tortuga se van a hinchar porque se acumula un líquido en su interior. Por ello hay que actuar con rapidez, pues si dicha hinchazón sigue aumentando podría causar la ceguera del animal. Sin embargo, no debes alarmarte en exceso si tu tortuga se ha infectado, pues no es una enfermedad peligrosa ni que suela causar la muerte del animal. Además, se curará fácilmente siguiendo esos pasos, pero si no tienes en cuenta las recomendaciones que te hemos descrito en el apartado de prevenir la enfermedad, la tortuga se volverá a contagiar. Por tanto, una buena limpieza, higiene y alimentación es imprescindible para que tu mascota esté sana en todos los aspectos.