Los mejores amigos del hombre, sin duda son los perros, esos amigos fieles que te esperan cuando llegas a casa después de un largo día de trabajo, o aquellos que se acurrucan en ti para que les acaricies. Tener un perro o una mascota es tener una responsabilidad y por ello debemos cuidar tanto su bienestar como su alimentación. En ocasiones, nuestro perro nos pondrá ojitos para que le demos lo que estamos comiendo, pero debemos ser conscientes de que hay algunos alimentos que no les podemos dar como el azúcar o el pollo.
Generalmente, un perro de raza pequeña o mediana puede llegar a pesar hasta los 26 kilos, uno más grande puede llegar hasta los 40 kilos. Los perros de razas más grandes de lo normal pueden llegar a pesar hasta 80 kilos pero estas cifras son relativas, depende también de la personalidad de cada perro si es nervioso o sedentario.
No obstante si tu compañero come y no engorda es porque puede estar padeciendo algunas dolencias, y lo mejor es acudir a un veterinario para que haga un chequeo y nos diga cual es la solución. Asimismo, estas son algunas de las posibles afecciones que puede tener tu pequeño amigo. Antes de alarmamos debemos mirar algunos patrones para ver si nuestro perro no está tan delgado como creemos:
- Peso perfecto: Ni las costillas ni las vértebras pueden verse a simple vista, aunque cuando tocamos la zona abdominal o la espalda podemos sentirlas con facilidad. Si tu perro es un galgo no te preocupes porque son perros de constitución delgada y se puede ver la última costilla a simple vista.
- Delgado: Se verán tanto las costillas como los hueso y la vértebras. Si miramos a nuestro perro desde arriba lo veremos con facilidad. Si en la zona abdominal tocamos y no notamos grasa abdominal nuestro amigo está por debajo de su peso.
- Muy delgado: Se notan las vértebras, las costillas y los huesos y, además, están muy marcados y se pueden notar perfectamente. Si se nota una pérdida de musculatur a y no tiene grasa abdominal.
Causas del porqué no engorda tu perro
- La causa principal puede ser una mala alimentación o que los alimentos que coma no tienen los nutrientes necesarios. Es muy aconsejable mirar qué tipo de pienso está comiendo nuestro perro y mirar las propiedades que tienen porque la mayoría son de muy mala calidad. No hay más que ver que en alguna ocasión le echas el pienso y tan solo lo huele y no prueba bocado.
- Una pequeña dosis también puede ser el motivo por lo que debemos estar atentos de revisar cuando le falte comida a nuestro fiel amigo. Un perro con mayor actividad por regla general tiende a comer más que uno que es más tranquilo. Otra de las causas, puede ser que el nutriente de lo que le estamos dando no sea absorbido de la forma correcta. Un posible problema de páncreas puede ocasionar que el animal no cree las enzimas necesarias para realizar una buena digestión, y por consiguiente no aprovecha todos los nutrientes necesarios.
- Una enfermedad intestinal puede ser otro de los motivos. Este tipo de enfermedad puede ser inflamatoria. El síndrome del colon irritable o una pared intestinal afectada por algún tipo de infección. Los molestos parásitos pueden ser también alguna de las causas de porque nuestro perro no engorda. Se alojan en los intestinos y absorben los nutrientes.
- La diabetes en los perros es una enfermedad muy común, y tienden a perder peso de manera muy drástica. La falta de insulina creada por el páncreas hace que los nutrientes no se transformen en energía. El síndrome de Addison puede hacer que nuestro perro vomite o tenga diarrea, de ahí la pérdida de peso.
Es complicado de diagnosticar porque los propios veterinarios pueden dudar con otro tipo de enfermedades, no obstante con un buen estudio médico darán con la solución. Enfermedades relacionadas con la tiroides hacen que nuestro perro pueda tener un metabolismo muy superior al de un perro en perfectas condiciones, lo cual provoca que sus nutrientes sean insuficientes y acarrear esa pérdida de peso.
Cuando observemos que nuestro perro no actúa como siempre debemos llevar un control más exhaustivo de lo que come o bebe para así poder dar con una solución inmediata. Si tu perro tiende a estar para arriba y para abajo, en el campo y tiene un gasto calórico importante recuerda que debes aumentar su porción de comida.
Soluciones para que mi perro engorde
Antes de nada, asistir a un veterinario para que haga un estudio y encontrar el origen del problema. Administrar comida dos, tres o cuatro veces al día y que este hidratado constantemente. Lo segundo, es desparasitarlo. En la clínica veterinaria venden unas pastillas que si las mezclas, pero con un trozo de salchicha pequeño nuestro perro se tomará la medicina.
En unos dos o tres días veremos una mejora. No someter a nuestro perro a muchos esfuerzos hasta que esté recuperado del todo. Un poco de reposo no le vendría mal. Si después de estas soluciones no mejora, incluso empeora hay que llevarlo inmediatamente a un veterinario. Cualquier señal que notemos fuera de los normal se lo contaremos al veterinario para así llegar a una solución lo más rápido posible.
Como ya hemos dicho los galgos nos perros de complexión delgada, asimismo, el Galgo Italiano, el Chihuahua, el basenji, el Whippet y Borzoit también son perros más delgados que por ejemplo un Chow Chow o un San Bernado. En definitiva, observa como actúa y analiza su comportamiento.